The Basque Culinary Center World Prize: un reconocimiento a la innovación en la industria alimentari
Son muchos los premios que reconocen la trayectoria de los chefs en el mundo, pero pocos los que hacen énfasis en dar un homenaje a la innovación, mezclada con la educación, la salud, entre otros pilares de la industria gastronómica.
El Basque Culinary World Prize es un premio otorgado por el Basque Culinary Center de San Sebastián (País Vasco), una reconocida institución gastronómica en el mundo que logra enfatizar en la apasionante labor del chef, a través de una contribución al arte culinario que deja huella, con una iniciativa que transforme nuestra sociedad.
Con tres ediciones en su haber, este año el chef escocés Jock Zonfrillo se convirtió en el nuevo ganador de esta contienda, el pasado mes de julio.
Jock recibió este importante reconocimiento gracias a su inagotable labor por ayudar a conservar la cultura de los pueblos nativos de Australia, a través de su proyecto denominado Orana Foundation.
El Basque Culinary World Prize otorga un premio de 100.000 Euros al proyecto social más innovador, que es seleccionado por el comité del Consejo Asesor del Basque Culinary Center, quienes anualmente se reúnen para realizar un amplio debate de los participantes.
La historia del ganador
Desde su restaurante Orana, ubicado en la ciudad de Adelaida (Australia), el chef Jock se ha dedicado su labor a promover las tradiciones culinarias de las culturas aborígenes. El premio monetario que recibió será destinado para un proyecto de su elección, que sea capaz de transformar la cocina para el bien de la sociedad.
Zonfrillo fue elegido ganador entre diez finalistas, a través del análisis de un jurado internacional, donde destaca la participación de nuestro chef peruano, Gastón Acurio.
Dos peruanos en la lista.
En la lista de los 10 finalistas que participaron en esta importante contienda, destaca la presencia de dos chefs peruanos: Karissa Becerra y Virgilio Martínez. La primera es una cocinera, escritora, activista y diseñadora que gracias a su proyecto social “La Revolución”, ha podido difundir el mensaje de una buena educación alimentaria a colegios de escasos recursos del Perú. Mientras tanto, el consagrado Virgilio Martínez recibió una buena distinción gracias al establecimiento MIL, un lugar creado en medio de las ruinas de Moray (Cusco) que tiene como objetivo interactuar con las comunidades de la zona para poner en práctica la agricultura sostenible.
¿Cómo participar?
Las nominaciones para la nueva edición del Basque Culinary World Prize llegaron de al menos 42 países, albergando a un total de 140 chefs. Para ser parte de este concurso, y convertirse en el acreedor del premio, el chef participante debe ser nominado por otro colega que trabaje en el ámbito de la cocina.
El proceso de selección dura 3 meses, un tiempo en el que el jurado debe poner énfasis en el análisis de los participantes, a través de de la técnica culinaria que puedan revelar para crear un motor de cambio e innovación en el desarrollo de la sociedad y la economía de un lugar.