Anímate a preparar un cheescake de fresa sin horno y engreír a los que más quieres
Para muchos puede ser un postre complicado, pero no debe ser así, sobre todo cuando hay varias técnicas para desarrollar este clásico postre.
Un cheesecake de fresa es la perfecta excusa para meterte a la cocina y preparar algo práctico a los que quieras.
A pesar de que el tradicional postre es hecho al horno, con una técnica especial, esta vez te damos una idea más sencilla para que puedas realizar un cheesecake de fresa sin problemas. ¡A tomar nota!
-200 g de galletas mantequilla
-100 g de mantequilla derretida
-Una lata pequeña de leche condensada (370 g)
-300 g de queso crema
-El jugo de 2 limones
-Mermelada de fresa
-Fresas para la decoración.
¡Comienza a preparar!
-Iniciamos con la trituración de las galleras para luego mezclaras con la mantequilla derretida hasta formar una masa. Colócala en el fondo de un molde aplanando hasta que quede bien distribuida.
- Cuando hayas terminado, procede a guardar en el congelador.
-Mientras tanto, en un recipiente, bate la leche condensada con el queso crema, añade el jugo de limón y mezcla bien.
Añade la preparación que has guardado sobre la base de las galletas y lleva a la congeladora por cuatro horas.
-Desmolda con cuidado y esparce la mermelada de fresa por encima. Decora con unas cuantas fresas y ¡listo! Ya tienes tu propio cheesecake de fresa sin invertir en horas en el horno.